Los tratamientos se dotarán a pacientes hospitalizados con enfermedad leve a moderada, con sintomatología menor a 10 días, divididos en dos grupos: uno en el que se utilizará el Remdesivir con Baricitinib, y el segundo, Remdesivir y Dexametasona
En el estudio participarán el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”; la Unidad Temporal Citibanamex; los Hospitales Generales Ajusco medio y Enrique Cabrera, ambos de la SEDESA, bajo la colaboración del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), quien adquirió los medicamentos
El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Salud (SEDESA) y de las instituciones de salud del Gobierno de México, iniciará a partir del 18 de febrero de 2021 un estudio en el que se aplicarán mil 666 tratamientos a pacientes hospitalizados con Coronavirus (COVID-19) con medicamentos de vanguardia como el Remdesivir.
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, recordó que el Remdesivir es un medicamento que ya fue aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para su utilización en una serie de estudios en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y el cual sólo se usa a nivel hospitalario.
“Requiere de un protocolo muy muy específico que se ha venido trabajando ya desde hace un tiempo, particularmente en estos cuatro hospitales donde va a iniciar este estudio. Lo hacemos de conocimiento público, pero sí es particularmente para estos cuatro hospitales”, puntualizó en videoconferencia.
La mandataria local expuso que la aplicación de los tratamientos se acordó con el secretario de Salud del Gobierno de México, Jorge Alcocer Varela, para iniciar dicho procedimiento con los mejores expertos y científicos del país.
La secretaria de Salud, Oliva López Arellano, precisó que el estudio con medicamentos de vanguardia se realizará en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición; la Unidad Temporal Citibanamex; los Hospitales Generales Ajusco medio y “Enrique Cabrera”, ambos de SEDESA, bajo la colaboración del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), quien apoyó con la adquisición de los medicamentos.
“Esto es una propuesta que se inscribe en lo que el Gobierno de la Ciudad de México ha estado realizando desde el inicio de la pandemia, la revisión sistemática de buenas prácticas del uso de medicamentos, de la incorporación de nuevas terapéuticas y que, en la Ciudad de México en particular en los hospitales de la Ciudad de México se ha impulsado a través de diversas estrategias”, expuso.
El director general de Prestación de Servicios Médicos y Urgencias de SEDESA, José Alejandro Ávalos Bracho, informó que los tratamientos serán divididos en dos grupos: uno en el que se utilizará el Remdesivir con Baricitinib y el segundo, Remdesivir y Dexametasona.
“Esto no se ha tomado solamente de la nada, llevamos semanas estudiando toda esta propuesta. Hemos estado en comunicación con otros especialistas a nivel mundial tanto en el Reino Unido como Estados Unidos”, añadió.
Señaló que los tratamientos se aplicarán a pacientes hospitalizados con enfermedad leve a moderada con menos de 10 días de inicio de síntomas de COVID-19.
“Estamos en este momento de que se está distribuyendo parte del medicamento a los hospitales y arrancamos el 18 de febrero”, indicó.
El director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, David Kershenobich Stalnikowitz, explicó que el estudio tiene como objetivo llevar a cabo una valoración de los medicamentos de vanguardia para tener datos de cómo responden a ellos los pacientes mexicanos.
“Quisiera enfatizar que no es para todos los pacientes que tienen la infección por SARS-CoV-2 sino que está restringido a un grupo de pacientes con algunos criterios muy específicos: tiene que ser dado en fase temprana, que los pacientes tengan menos de 10 días de evolución de su sintomatología, que requieran de la aplicación de oxígeno suplementario”, especificó.
La aplicación del tratamiento a ese tipo de pacientes, tiene como objetivo evitar el uso indiscriminado de dichos medicamentos y que con ello, se tenga una información adecuada, ya que todavía no se cuenta con un tratamiento específico para el COVID-19.
“Si hacemos un uso adecuado, tendremos información que podría ser muy útil, el objetivo quizá más importante es evitar que los pacientes tengan que llegar a requerir un ventilador y por lo tanto logremos disminuir la presión de los pacientes que llegan a etapas más avanzadas”, apuntó.
El director de la Unidad Temporal COVID-19 ubicada en el Centro Citibanamex, Rafael Valdez, destacó que uno de los beneficios que tendrá el estudio es que se favorecerá de manera directa a mil 666 personas con un tratamiento de vanguardia.
“Al ser un estudio de vida real, como ya lo mencionó el doctor Kershenobich, pues es analizar el desempeño y los desenlaces que pudiera tener una intervención terapéutica nueva dentro de nuestros estándares de tratamiento en los hospitales mexicanos”, dijo.
Rafael Valdez señaló que otra de las cosas que se evaluarán es el impacto que podrá tener el tratamiento en la disminución de la estancia hospitalaria de los pacientes y con ello, evitar la progresión a la gravedad.