Amigas, amigos,, Servidores públicos,, Pueblo de México:
Decidimos informar en este sitio, en este lugar histórico que simboliza el arte y la grandeza cultural de México.
En estos años hemos enfrentado grandes desafíos como la pandemia y la crisis económica que se precipitó con su infausta llegada; sin embargo, son estas difíciles circunstancias las que nos ponen a prueba y permiten dejar de manifiesto si funciona o no el proyecto de cambio o transformación que postulamos y llevamos a la práctica.
Y hoy, en este informe, puedo sostener que a pesar de las adversidades estamos saliendo adelante, como lo demuestran los resultados. Se nos cayó la economía, pero ya logramos recuperar los niveles previos al COVID. Hoy existen inscritos al seguro social 21 millones 236 mil 866 trabajadores, es decir, 623 mil 330 más que antes de la pandemia; y lo más importante es que, sin crecimiento, según el indicador macroeconómico, pero con una mejor distribución del ingreso, hemos logrado aminorar la desigualdad y la pobreza.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, levantada por el INEGI de agosto a noviembre de 2020, en plena pandemia, mientras que en 2018 los más ricos ganaban en promedio 18 veces más que los pobres, en 2020, la desigualdad se redujo a 16 veces. Asimismo, en ese periodo, los más pobres fueron los únicos que vieron crecer sus ingresos en 1.3 por ciento. Esto se confirma porque mientras que los hogares del medio urbano perdían, a causa de la pandemia, 8 por ciento del ingreso, en el ámbito rural se registró un incremento del 3.8 por ciento.
Los Programas para el Bienestar permitieron que los adultos mayores, de 2018 a 2020, incrementaran su ingreso promedio trimestral por persona de 12 mil 420 pesos a 13 mil 586 pesos; en cuanto a la población indígena, pasó de un ingreso trimestral por persona de 8 mil 887 pesos a 10 mil 057 pesos, es decir, 13.16 por ciento más. Según el CONEVAL, en el segundo trimestre de este año, el ingreso laboral real por persona se incrementó en 4.8 por ciento pues pasó de 2 mil 747 pesos a 2 mil 880, en comparación con el mismo periodo de 2021.
Estos datos reafirman nuestra tesis de que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia. En la nueva política económica, moral y social que hemos aplicado desde el principio de nuestro gobierno, se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales. Nosotros consideramos que lo fundamental no es cuantitativo sino cualitativo: la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz; el crecimiento económico y los incrementos en la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un propósito superior: el bienestar general de la población. Y aún más, preciso: el bienestar material y el bienestar del alma.
También es conveniente expresar que más allá del simple crecimiento económico, lo fundamental estriba en desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de la mayoría del pueblo y, de manera especial, de los más pobres y marginados.
Puedo demostrar que, en términos generales, el plan de cero corrupción e impunidad y de erradicar los lujos en el gobierno nos ha permitido contar con alrededor de 2.4 billones de pesos extras o adicionales; y les invito a hacer las cuentas, en breve, en lo general: la cancelación de la condonación de impuestos a grandes contribuyentes, así como el combate a la evasión fiscal, ha significado ingresos excedentes a la Hacienda Pública por un billón 700 mil millones de pesos; el combate al huachicol nos ha ayudado a detener una fuga de 200 mil millones de pesos; el ahorro en el costo de las obras públicas nos ha permitido disponer de otros 200 mil millones de pesos; y el Plan de Austeridad Republicana en su conjunto ha representado liberar para el desarrollo más de 300 mil millones de pesos.
Todo esto se refleja en la estabilidad financiera que hemos logrado sin aumentar los impuestos, subir los precios de los combustibles o endeudar al país. Este año, a pesar de la inflación (8.2 por ciento) y el subsidio a las gasolinas y el diésel (293 mil millones de pesos), los ingresos del gobierno federal se han incrementado en 2.4 por ciento, en términos reales, con relación al mismo periodo del año pasado. Agrego que, si no hubiésemos optado por el subsidio a los combustibles, la inflación habría llegado al 14 por ciento y el salario real promedio de 8 mil 943 pesos, hubiese bajado a 7 mil 900; es decir, una pérdida del 12 por ciento.
En todo el tiempo que llevamos en el gobierno, el peso no se ha devaluado y ha estado en los tres primeros lugares entre los países del mundo, por su fortaleza con relación al dólar.
Un buen manejo del presupuesto nos ha permitido incrementar considerablemente la inversión pública y realizar obras de gran importancia para el desarrollo de México: en el sector energético se ha invertido para rehabilitar las seis refinerías que recibimos; para construir una nueva que ya está en fase de integración para comenzar a producir, en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco; y comprar la refinería Deer Park, en Texas, que ahora es propiedad de la nación.
Además, están en proceso de construcción en Tula, Hidalgo, y Salina Cruz, Oaxaca, dos sistemas de coquización para disminuir la producción de combustóleo y aumentar el volumen de gasolinas; toda esta inversión que suma alrededor de 24 mil millones de dólares y que se ha realizado sin contratar crédito, nos permitirá, desde el año próximo, procesar en nuestro país el petróleo crudo, ser autosuficientes en gasolinas y diésel, y dejar de importar estos combustibles.
La industria eléctrica nacional también se ha fortalecido. Al término de este sexenio la Comisión Federal de Electricidad, con una inversión de 9 mil 300 millones de dólares, aproximadamente, incrementará su capacidad instalada en cerca de 10 mil megawatts, con la construcción y modernización de 34 proyectos, impulsando, básicamente, la generación de energía limpia con la renovación de equipos de 16 hidroeléctricas y con la construcción del parque de energía solar más grande de Latinoamérica ubicado en Puerto Peñasco, Sonora. Asimismo, con la nueva ley eléctrica que limita los privilegios de las empresas particulares, sobre todo, de las extranjeras, la Comisión Federal de Electricidad está siendo rescatada del lucro privatizador que caracterizó a la política neoliberal o neoporfirista, alentada por funcionarios corruptos y antipatriotas.
A finales de este año estarán terminadas 2 mil 300 sucursales del Banco de Bienestar, construidas por los ingenieros militares, para dispersar alrededor de 500 mil millones de pesos anuales en beneficio directo de 25 millones de familias del país. Asimismo, con el apoyo de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, el año próximo terminaremos de alumbrar líneas de fibra óptica y se instalarán 2 mil 800 antenas para cumplir el compromiso de garantizar el servicio de Internet gratuito en escuelas, hospitales y espacios públicos en todo el territorio nacional.
Así como consideramos fundamental la autosuficiencia energética, también estamos orientando nuestros esfuerzos y recursos para producir en México los alimentos que consumimos; con este propósito estamos construyendo la presa de Santa María en Sinaloa, así como 274 kilómetros de canales principales y mil 251 kilómetros de canales de distribución en ese estado y en los de Sonora y Nayarit, con lo cual se podrán regar más de 100 mil hectáreas.
En 2018 la producción de maíz, frijol, arroz y trigo fue de 31.5 millones de toneladas; el año pasado llegó a 32.3 millones de toneladas, 2.3 por ciento más; y este año la producción de alimentos será considerablemente superior; esto se ha logrado por el establecimiento de precios de garantía, por la entrega gratuita de 830 mil toneladas de fertilizantes, por el programa Sembrando Vida y por el apoyo directo a productores, en especial, a los más pequeños. Al igual que a los campesinos, a los pescadores se les entrega un apoyo económico de manera directa.
El sector agropecuario, aun con la pandemia, no ha dejado de crecer; en 2020, la producción aumentó en 1.1 por ciento; en 2021 en 1.3 por ciento y en el primer semestre de este año el incremento fue de 3 por ciento. Hoy puedo informar que ya somos autosuficientes en producción de frijol.
Es notorio que la inversión pública ha reactivado la industria de la construcción y que al hacer las obras y la infraestructura que requiere el país hemos logrado el efecto multiplicador de crear muchos empleos y promover el crecimiento económico, sobre todo en lo regional. Aquí destaco la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, el cual fue dirigido por ingenieros militares y materializado mediante la contratación de mil 498 pequeñas, medianas empresas, generando con ello 169 mil 312 empleos; están en construcción circuitos carreteros como el de Jalisco y Nayarit; las autopistas de la costa y el Istmo de Oaxaca; los caminos rurales de Veracruz, Sinaloa, Sonora, Guerrero, Nayarit, Durango, Tabasco, Oaxaca y Baja California Sur, y los caminos artesanales de concreto y mano de obra comunitaria de Hidalgo, Veracruz, Guerrero y Oaxaca; así como la conservación de 40 mil 516 kilómetros de carreteras libres de peaje de todo el país, lo que ha implicado destinar un presupuesto global en cuatro años de 68 mil 641 millones de pesos.
Vamos a terminar los mil 554 kilómetros de vías del Tren Maya y a partir del mes de julio del próximo año, comenzarán a llegar los 42 trenes con 219 vagones que ya se fabrican por manos mexicanas en Ciudad Sahagún, Hidalgo y que darán servicio a turistas y pasajeros locales del sureste de México. Aun superando varios obstáculos vamos a cumplir el compromiso de que el Tren Maya sea inaugurado en diciembre de 2023; también se están rehabilitando las vías férreas para trenes de carga y pasajeros de Salina Cruz a Coatzacoalcos, de este puerto a Palenque, Chiapas, y de Ixtepec, Oaxaca, a Ciudad Hidalgo, Chiapas, en la frontera de México con Guatemala; se terminó el tren urbano de Guadalajara y estamos por iniciar el de Tlajomulco, en Jalisco; el año próximo se inaugurará el tramo del tren Lechería al aeropuerto Felipe Ángeles para llegar en 45 minutos de Buenavista en el centro de esta ciudad a esa terminal aérea; de igual forma, en diciembre del año próximo, empezará a operar el tren a Toluca; en fin, al término de mi mandato dejaremos funcionando un sistema de trenes de pasajeros con más de dos mil kilómetros; algo no visto en varias décadas.
En coordinación con la Secretaría de Defensa y con la Secretaría de Marina que tienen a cargo ahora las aduanas, está en marcha un plan para el fortalecimiento de las aduanas, incluyendo las 19 de la frontera norte, dos de la frontera sur y 16 portuarias, con una inversión superior a 80 mil millones de pesos para ejecutarse en 2022 y 2023. Aquí añado que desde que están las aduanas a cargo de la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina, ha habido un aumento en los ingresos del orden del 20 por ciento, ya estamos recaudando en las aduanas, alrededor de un billón de pesos. No hay fugas ni se permite el contrabando.
También se han invertido más de 38 mil millones de pesos en mejoramiento urbano en 135 municipios del país, donde se han construido 151 unidades deportivas; 293 parques, malecones, espacios artísticos y culturales; 44 mercados; 162 escuelas; 22 centros de salud; 218 calles y redes de agua potable, así como la reconstrucción de 6 mil 720 edificios públicos y mil 945 templos históricos e inmuebles culturales afectados por los sismos de 2017. Desde que llegamos al gobierno se han otorgado créditos de Fovissste e Infonavit en beneficio de casi 2 millones de trabajadores, y el programa de ampliación, reconstrucción y construcción de vivienda ha llegado a 312 mil familias pobres.
Se han declarado cinco sitios o zonas naturales para la protección de 127 mil 249 hectáreas de flora y fauna; así como 139 mil 749 hectáreas destinadas a ese mismo propósito con la anuencia voluntaria de ejidos y comunidades. Continuamos con la construcción del parque ecológico del Lago de Texcoco y la ampliación y el mejoramiento del Bosque de Chapultepec, desde Los Pinos hasta la Ermita, ubicada en el antiguo pueblo de Santa Fe fundado por Vasco de Quiroga.
Agrego que estamos construyendo acueductos como el de la Presa Picachos a la población de Concordia, en Sinaloa; está por iniciar el acueducto de la Presa El Cuchillo a la Zona Metropolitana de Monterrey, Nuevo León; el proyecto de agua saludable de la Presa Francisco Zarco a la Comarca Lagunera, en Durango y Coahuila; de la Presa Oviachic para abasto de agua los pueblos yaquis, en Sonora; el de Escárcega a Calakmul, en Campeche, y dos más de la Presa Zapotillo a la zona conurbada de Guadalajara, Jalisco.
Es indudable que el principal distintivo del gobierno que encabezo y que coordino con el apoyo de todas y todos ustedes, servidores públicos, el principal distintivo son los Programas para el Bienestar orientados a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría de la población y cuya prioridad, sin ninguna duda, son los pobres. Es una realidad virtuosa el programa de la pensión a 10 millones 500 mil adultos mayores; también la pensión a un millón de niñas y niños pobres con discapacidad que se está ampliando a otras edades con la celebración de convenios con los gobiernos estatales y pronto este programa tan humano, será universal; se otorgan becas a 11 millones de estudiantes desde preescolar hasta posgrado; 2 millones 315 mil jóvenes han trabajado como aprendices, recibiendo un ingreso equivalente a un salario mínimo, de todos ellos, la mitad termina, cuando terminan de formarse, de capacitarse, son contratados por la empresa o centro de trabajo donde se ejerció la tutoría; de igual forma se apoya con un jornal permanente a 449 mil 570 sembradores que trabajan cultivando sus tierras, sea ejidales o pequeñas propiedades en una extensión total de 1 millón 123 mil 925 hectáreas, organizados en 18 mil 615 Comunidades de Aprendizaje Campesino, con 15 mil 132 viveros y biofábricas en 21 estados de la República.
En materia educativa y cultural destaco que luego de la pandemia, poco a poco hemos regresado a la normalidad; mis respetos a las maestras y maestros de México; son, de verdad, apóstoles de la enseñanza y por eso atenderlos y mejorar sus condiciones laborales es un compromiso ineludible.
Informo que hemos basificado a 650 mil trabajadores de la educación y se aumentaron más los salarios a los que ganan menos. La relación con los dirigentes del SNTE y de la CNTE es de diálogo y atención a sus demandas. Aun cuando por la pandemia se suspendieron las clases por más de un ciclo escolar, en todo el tiempo que llevamos gobernando no se ha registrado ningún paro y los maestros y las maestras no han dejado de asistir a las aulas a enseñar a niñas y niños.
Esa propaganda vulgar, sucia de que los maestros no trabajaban y eran rebeldes sin causa ha quedado en el basurero de la historia, así como la llamada reforma educativa neoliberal y privatizadora que la engendró; ahora, con la participación y consenso del magisterio nacional, también con la participación de madres y padres de familia, se han aprobado los nuevos contenidos educativos, verdaderamente científicos y humanistas, que ya se darán a conocer en los primeros nuevos libros de texto.
Se sigue aplicando y extendiendo el programa La Escuela es Nuestra; desde el inicio hasta finales de este año habrán recibido presupuesto para el mantenimiento de instalaciones educativas y atención a estudiantes pobres 113 mil comités de madres y padres de familia; es decir, estamos a punto de atender, de llegar al 66 por ciento de todos las escuelas, de todos los planteles de educación básica del país.
Además del histórico número de becas otorgadas en este gobierno, repito: 11 millones; ya están funcionando 145 universidades públicas con distintas carreras del sistema de educación superior Benito Juárez García; donde estudiarán en este ciclo escolar 64 mil alumnos de pueblos y municipios marginados y añado que se crearán 55 universidades más, estas últimas para la formación de médicos y enfermeras, a fin de revertir el déficit de profesionales de estas especialidades.
Precisamente en materia de salud pública, una vez terminadas las acciones que emprendimos con urgencia para salvar vidas por la pandemia, estamos concentrados en crear uno de los mejores sistemas de atención médica universal y gratuita del mundo. Ya prácticamente hemos terminado en tres estados: Nayarit, Tlaxcala y Colima; en estas entidades federativas se han rehabilitado y equipado centros de salud y hospitales.
El abasto de medicamentos está, en estas tres entidades federativas, en el 95 por ciento; se cuenta con el 84 por ciento de médicos generales y enfermeras para la atención a pacientes las 24 horas de los 7 días de la semana; también se ha contratado al 97 por ciento de médicos especialistas que se requieren y hemos basificado a mil 470 trabajadores de la salud que laboraban desde hace años como eventuales o por contrato; y así continuaremos en la aplicación del sistema federalizado IMSS-Bienestar hasta concluir a mediados del año próximo en todos los estados de la República. Vamos a hacer realidad el derecho constitucional del pueblo a la salud.
Es muy satisfactorio poder informar que estamos reduciendo la incidencia delictiva. No hay duda, no tengo ninguna duda, estoy absolutamente convencido y ojalá esto se pueda compartir cada vez con mayor número de personas en México y en el mundo que la paz es fruto de la justicia y que la clave está en la atención a los jóvenes, en la atención a la población más vulnerable y en la atención a los marginados de los beneficios del desarrollo; así como esta estrategia básica estamos reduciendo la violencia. Estas acciones, desde luego tienen como complemento el trabajo en equipo en el Gabinete de Seguridad, la perseverancia, el profesionalismo, el no permitir ni la corrupción ni la impunidad, todo esto nos está dando buenos resultados: desde que llegamos al gobierno hasta el día de hoy, los delitos del fuero federal han bajado en 29.3 por ciento; de igual forma, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales, se ha logrado disminuir el robo de vehículos en 43.1 por ciento.
El secuestro en 81 por ciento y en todos los delitos de robo hemos logrado una disminución en general del 23.4 por ciento. Quizá algunos o mucha gente no sepa o tenga una percepción distinta por la campaña amarillista de los medios de información, que actúan al servicio de nuestros adversarios conservadores, pero con datos del INEGI, podemos demostrar que hemos reducido el número de homicidios en 2.82 por ciento y en lo que va del año se estima en 10.4 por ciento, la disminución.
Aquí creo conveniente señalar que este delito aumentó con Fox en 1.6 por ciento, con Calderón en 192.8 por ciento y con Peña en 59 por ciento.
Tengamos en cuenta, también, que se creó la Guardia Nacional, para lo cual se han construido 242 cuarteles de casi 500 que van a estar operando a finales del gobierno, y se han reclutado y formado profesionalmente 115 mil elementos. Baste decir que en 19 entidades federales de la República ya hay más personal de esta corporación de la guardia civil que policías estatales. Por eso envié el día de ayer al Congreso una iniciativa de reforma legal integral con el propósito de que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa, con el único afán de que se consolide, de que mantenga su disciplina y profesionalismo y, sobre todo, para que no se corrompa, como sucedió con la antigua policía federal.
El propósito no es militarizar o ir al autoritarismo, sino cuidar, con la vigilancia de la Secretaría de la Defensa, el crecimiento sano de la que debe ser la principal institución de seguridad pública del país.
Que nadie se confunda o se haga el que no sabe; en nuestro gobierno no hay personas como García Luna; no se permite la violación de derechos humanos; la autoridad no es cómplice, encubridora y tampoco ejecutora de torturas y masacres; no se admiten relaciones de complicidad con nadie y, por el contrario, se combate la impunidad y existe toda la voluntad para no dejar sin castigo ningún delito. El caso Ayotzinapa es una prueba.
Amigas y amigos:
Aun con los graves problemas externos que hemos enfrentado como la pandemia y la guerra en Ucrania que han precipitado la crisis económica en el mundo, en nuestro país los datos indican que estamos mejorando. Particularmente, nos han ayudado dos buenos factores, dos elementos buenos: la estrategia de apoyo a los de abajo, eso no debemos de omitirlo, y las ventajas del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
Los Programas para el Bienestar, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y el aumento en las remesas enviadas por nuestros queridos paisanos a sus familiares, han mejorado la situación económica de la población más pobre del país; y al garantizarse cuando menos lo básico, se ha mantenido la paz y ha permanecido encendida la llama de la esperanza.
Al mismo tiempo, México está considerado en el mundo como uno de los países con más potencial para invertir y hacer negocios. Sigue llegando inversión extranjera y durante nuestro gobierno, en dos años, se han logrado niveles históricos. En el primer semestre de este año la inversión foránea creció en 12 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado. Según la información que me acaba de transmitir en una carta, mi amigo el presidente Biden, lo cito textualmente, me dice: “el comercio bilateral en bienes entre Estados Unidos y México ha alcanzado los 384 mil millones de dólares este año, sobrepasando los niveles prepandemia para alcanzar un récord histórico”. Hasta ahí la cita.
En la relación con los pueblos y países del mundo ha prevalecido la cooperación y la amistad, y con Estados Unidos, es evidente que estamos trabajando juntos, respetando nuestras soberanías y manteniendo una política de buena vecindad.
Amigas y amigos:
A estas alturas del sexenio; a dos años y un mes de terminar mi mandato todavía nos falta tiempo y nos va a tocar celebrar, vamos a celebrar muchas otras cosas buenas en beneficio del pueblo y sobre todo se va a consolidar la transformación que estamos llevando a cabo millones de mexicanos. Hasta ahora, en una apretada síntesis podemos destacar los siguientes logros:
En México ya no domina la oligarquía sino existe un gobierno democrático, cuya prioridad son los pobres.
La corrupción no se tolera ni hay impunidad para nadie.
Se acabaron los privilegios fiscales.
No hay lujos en el gobierno y los servidores públicos actúan con eficiencia, responsabilidad y honradez; viven en la justa medianía, como lo recomendaba el presidente Juárez.
México está recuperando su prestigio en el mundo.
El Estado dejó de ser el principal violador de los derechos humanos.
El aumento al salario, el reparto de utilidades y los Programas para el Bienestar se han convertido en nuevos y eficaces medios para la distribución más justa de la riqueza.
Se elevó a rango constitucional la pensión para adultos mayores, el apoyo universal a discapacitados y el otorgamiento de becas a estudiantes de familias pobres.
Está por convertirse en realidad el principio de que la educación y la salud no son privilegios, sino derechos del pueblo.
Estamos ganando la batalla contra el racismo, el clasismo y la discriminación.
Hemos reducido la incidencia delictiva.
Son pocas las manifestaciones de protesta, no proliferan las huelgas ni existe ingobernabilidad.
Se garantiza como nunca la libertad de expresión y el derecho a disentir.
El gobierno no participa en fraudes electorales.
La Fiscalía General de la República, y los poderes Legislativo y Judicial actúan con absoluta independencia.
El peso no se ha devaluado.
Han aumentado las reservas del Banco de México en 14 por ciento.
Existe libertad religiosa y Estado laico.
Se está demostrando que la mayor riqueza de México es la honestidad de su pueblo.
Y ahora más que nunca, está presente que México es de los países con mayor riqueza cultural en el mundo; está más presente que nunca la grandeza cultural de México.
Amigas y amigos:
Les confieso que ahora poseo más aplomo y serenidad que antes; ha crecido aún más mi respeto y amor al pueblo; creo con racionalidad, mística y optimismo, que triunfará la Cuarta Transformación de México y en lo personal me siento bien y de buenas. Estoy feliz porque la revolución de las conciencias ha reducido al mínimo el analfabetismo político. Gracias a los servidores públicos que me acompañan y a todas y todos los mexicanos por participar en esta odisea en pos de la felicidad del pueblo y la prosperidad de la patria.
Muchas gracias.
¡Que viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!