ALE LÓPEZ SOSA: “Necesitamos recuperar la tranquilidad de las familias”

“Es terrible vivir con miedo.

Rabia e impotencia. Tenía unos segundos que acababa de hablar con su hermanita, quien le pidió que pasara por ella, cuando Alejandra sintió un golpe por detrás y el azote contra la pared.

Dame todas tus cosas, fue la orden. Ardía de coraje e intentó resistirse. Sintió el filo de la navaja en el costado y el joven que la asaltó repitió la exigencia. Soltó el celular y lo observó cuando huía.

El atraco violento lo sufrió a unas cuadras de su casa, en la calle Allende, en el Centro Histórico de Oaxaca. “Es terrible vivir con miedo. Saber que saldrás de tu casa y tal vez no regreses. La angustia que se vive cuando ya es de noche y no ha regresado tu hermana, tu mamá o cualquier ser querido. Eso no es vida”.

Ale López Sosa es conocida por su trabajo social en la Mixteca, con adultos mayores, donaciones a niños de la calle en Navidad y Reyes. Se distingue por su fortaleza. Afrontar los obstáculos sin mostrar signos de debilidad y tomar en las manos la solución, “la vida sigue, hay que seguir el camino”.

Al terminar el bachillerato viajó fuera del país para estudiar, “mi padre me pidió que aprovechara esa oportunidad que él no tuvo, que me preparara y me dijo que estaba muy orgulloso de mí”.

Una semana después de esa charla tuvo que regresar apresuradamente a México. Viajar a Ciudad Ixtepec. Su padre, Aquiles López Sosa, acababa de morir en un accidente carretero.

“Al llegar me entero que mi madre tenía dos días sin comer, mis hermanas no habían dormido. No tuve tiempo de llorar. Las arropé, obligué a mi mamá a probar bocado y a ellas a descansar”.

Un verdadero holocausto, tristeza, llantos. Alejandra es la que lidió con los protocolos. Atender a la gente que no dejaba de llegar a dar el pésame, ofrecerles de comer, “andaba movida, ver que trajeran los tamales, repartir, estar en los rezos”.

Estudió Administración de Empresas en la Ciudad de México, “mi mamá nos sacó adelante”. Antes de terminar la carrera trabajó en una empresa privada. Un incidente familiar la obliga a regresar a Oaxaca.

Laboró en un despacho legal, incursionó en la industria restaurantera. Promocionó artesanías en ferias nacionales.

En la administración pública estuvo en la Secretaría de Finanzas, el Tribunal Superior de Justicia del Estado y la Secretaría de Movilidad, donde fue enlace de género. Le tocó el proyecto del programa piloto de transporte público para mujeres infantes.

El último año se enfocó a proyectos personales. Cursos, talleres y diplomados para emprender su negocio. “Viví una etapa de aprendizaje mental y personal (…)”.

Al recibir la propuesta de Raúl Castellanos para integrarse a la planilla de Redes Sociales Progresistas por la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, no lo dudó.

“Necesitamos recuperar la tranquilidad en las familias, invertir en seguridad, que las mujeres podamos caminar confiadas por las calles de Oaxaca y estar seguras de que nuestros hijos regresarán. Estar seguras en las casas, calles, trabajos y transporte público”.

Con su mamá y hermanas ha hecho equipo, luchan con dedicación para cumplir sus sueños, “lo mismo haré por Oaxaca, privilegiar la empatía entre ciudadanos y autoridades, servir con calidad humana, así como recuperar los valores y principios perdidos”.