La sustentabilidad ecológica, el desafío del boom del mezcal

CEMMEZ,.-El estado de Oaxaca concentra el 90% de producción de mezcal. Le siguen los estados de Puebla y Durango según datos del 2020 proporcionados por el Consejo Mexicano Regulador del mezcal.

Sin duda el crecimiento en la producción de mezcal ha ayudado para que algunos productores se vean beneficiados económicamente, Sin embargo, muchas veces este beneficio no es proporcional al cuidado del impacto ambiental de la producción. De esta manera, comunidades que tienen alta concentración de fábricas de mezcal en sus territorios, son las que se están viendo más afectadas a falta medidas para aminorar el impacto ambiental.

Ante la gran demanda de mezcal también ha crecido la demanda de maguey, esto ha generado una problemática de cambio de uso de suelo de área natural a agrícola. De acuerdo a datos proporcionado por la Secretaría de Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable de Oaxaca (SEMAEDESO), la deforestación de las selvas bajas caducifolias, en Oaxaca, registran un 60% arriba del promedio nacional, debido entre otras causas a la siembra del agave. La gran demanda también conlleva al aumento del uso de leña, agua aunado a la generación de desperdicios contaminantes como lo es el bagazo y las vinazas.

“Se tiene la creencia entre los pequeños productores de mezcal que los residuos producidos en la elaboración del mezcal no son contaminantes, ya que ellos no utilizan químicos en su elaboración. Pero lo que no saben es que durante la fermentación se crean muchos compuestos que sí pueden contaminar sus suelos” Así lo comenta Luis Nogales director del Centro de Estudios sobre el Maguey y Mezcal, durante la presentación virtual del Diplomado en sustentabilidad ecológica en la producción de mezcales y otros destilados de agave.

En la presentación de dicho diplomado, se habló sobre la importancia de que las actuales marcas de mezcal tengan un Plan de gestión ambiental que les ayude a mitigar los impactos ambientales que genera la producción de sus mezcales.  “Nos sorprende que marcas pequeñas de mezcal nos digan que ellos no tienen tanto impacto como las grandes marcas ya que producen poquito. El tema es que si en una comunidad hay 30 fábricas chicas, las 30 están generando un impacto ambiental sinérgico, es decir la suma del impacto de cada una, hace que una comunidad se pueda ver afectada ecológicamente”. Así lo comenta la Biol. Yesenia Hernández, docente principal del Diplomado en sustentabilidad ecológica en la producción de mezcales y otros destilados.

En la actualidad en el mercado hay un aproximado de más de 800 marcas de mezcal certificadas por algún organismo evaluador de la conformidad. Por otro lado y de acuerdo con datos proporcionados por el Diagnóstico de la cadena de valor agave-mezcal, elaborado por la Coordinación General del Comité Estatal de Planeación para el Desarrollo de Oaxaca (COPLADE), en el 2016 se contabilizaron más de 5000 marcas de mezcal que se comercializaban como destilado de agave. En esta línea, “lamentablemente son muy pocas marcas de mezcal las que cuentan con un Plan de gestión ambiental, la razón es porque no saben cómo hacerlo o no lo ven necesario. Por eso en el Centro de Estudios sobre el Maguey y Mezcal, estamos interesados en formar empresarios mezcaleros ambientalmente responsables a través de nuestro Diplomado, donde aprenderán a desarrollar un Plan de gestión ambiental para sus marcas” expuso el Coordinador socioeducativo del CEMMEZ, Arturo Jarquín.

De acuerdo con el Diagnóstico de la cadena de valor agave-mezcal de COPLADE, se necesitan 20 litros de agua y de 7 a 8 kilos de leña para la producción de un litro de mezcal. Los desechos de la destilación como lo es el bagazo y las vinazas contienen sales, ácido acético, acido láctico, glicerina, nitrógeno amoniacal que puede envenenar cosechas y arroyos.