El Gobierno del Estado, a través de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) ha intensificado las acciones de prevención, promoción y atención, contra el Paludismo en la entidad, mediante la Red de Vigilancia Epidemiológica en unidades de primer y segundo nivel de atención, el análisis de las muestras de sangre a través de la técnica de gota gruesa, monitoreo de las especies del mosquito y la nebulización específica.
Ello, con la finalidad de contribuir a preservar y mantener la salud de la población, con especial atención en los grupos en situación de vulnerabilidad, toda vez que, hasta la semana epidemiológica número 46, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), de la Secretaría de Salud Federal, confirmó cinco casos (uno importado y cuatro autóctonos) de este padecimiento en la región del Istmo de Tehuantepec.
En este sentido, por instrucciones de la secretaria de Salud, Virginia Sánchez Ríos, se han redoblado las estrategias de control integrado a nivel intersectorial para la notificación de casos, diagnóstico y tratamiento oportuno o adecuado, así como la eliminación de criaderos del vector (búsqueda de larvas, y zancudos) mediante el saneamiento del medio ambiente con la intervención del Programa Vectores, así como, Regulación y Fomento Sanitario.
Sin embargo, Sánchez Ríos puntualizó que la participación comunitaria es también clave para combatir esta patología causada por parásitos del género Plasmodium y Vivax, que transmiten este padecimiento a las personas por la picadura de hembras infectadas del mosquito Anopheles.
De ahí, que recomendó a los habitantes de esta zona geográfica, principalmente, instalar mallas mosquiteras en puertas y ventanas, poner pabellones para dormir, usar manga larga, pantalón y repelente, cortar la maleza y hierba que está alrededor del hogar, eliminar algas en ríos, rellenar con arena o tierra los charcos y encalar paredes para evitar fisuras donde se aloje este insecto.
Explicó que los síntomas de esta enfermedad son: fiebre, cefalea y escalofríos, sudores nocturnos o temblores, náusea, vómito, dolor de abdomen, músculos, fatiga, diarrea, confusión, frecuencia cardíaca rápida o palidez, los cuales, aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito.
En caso de malestar, acudir a la unidad de Salud más cercana para la valoración médica correspondiente, evitar complicaciones y no automedicarse.
Destacó que, con especial atención, se ha fortalecido el abordaje integral del Plan de Atención a la Salud de la población local y migrante en San Pedro Tapanatepec, con la participación de la Dirección General de Epidemiología (DGE) y el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE) de la Secretaría de Salud, así como, la cooperación de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS).